miércoles, 30 de noviembre de 2011

Diez años sin George Harrison.


El compañero de Lennon, McCartney y Starr falleció de cáncer a los 58 años. El músico compositor siempre fue un enigma, un talento que no fue muy vistoso o reconocido en parte por la fama colosal de Lennon y McCarteny.
Gracias a la reedición de su música y el documental realizado por un famoso seguidor de su música, Martín Scorsese, Harrinson accedió al lugar que su música siempre había demandado. Su larga enfermedad le permitió cumplir su objetivo de preparar a conciencia “el momento en el que debía abandonar su cuerpo”, según narra su viuda, Olivia Trinidad Arias, en el documental Living in the Material World.
Harrinson, entró en contacto con lo que fuera la gran innovación musical y artística en los Beatles: la música india, en el rodaje del segundo largometraje del grupo Help.
Luego de la escena que transcurría en un restaurante indio, se sintió atraido por los sonidos de los intrumentos musicales tradicionales y se compró un sitar que utilizó como arreglo en la canción “Norwengian Wood” de John Lennon que no terminaba por cerrar.
De esta manera la música daba salto hacia horizontes insospechados. A su vez le sirvió como vía para comenzar su propio camino musical y espiritual despegándose un poco así de la fama agobiante que ya afixiaba al grupo.
Recientes biografías o relatos acerca de su obra dejan traslucir un crecimiento artístico ascendente que lo condujeron a componer varias obras maestras del período final de The Beatles, como Something y Here Comes the Sun.
Una vez separados Los Beatles, su creatividad afloró completamente dando como resultado un disco que aún es considerado como la mejor obra de un Beatle en solitario  ”All Thing Must Pass”
Su poliédrica personalidad no le impidió mezclar la espiritualidad y lo material. Harrison se compró un palacio inglés para vivir en él y recorrió los circuitos de todo el mundo guiado por su pasión por los coches de carreras.

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