Terribles incidentes en la ciudad egipcia de Port Said se produjeron tras una pelea entre hinchadas, que dejó al menos 80 muertos y 400 heridos.

Las cadenas de televisión árabes mostraban incendios y numerosos destrozos en el campo de juego, por los incidentes que se llevaron a cabo tras un partido entre los equipos Masry y Ahly.

Testigos de la tragedia indicaron que en los vestuarios había una gran cantidad de muertos y criticaron severamente el operativo de seguridad en el estadio donde se llevó a cabo el juego.

La situación fue una verdadera batalla campal, cuando una de las hinchadas logró ingresar al estadio e invadió el campo de juego atacando a cualquiera que estuviera a su paso. Esto incluyó jugadores, policías, árbitros e hinchas del otro equipo, mientras las fuerzas de seguridad miraban la situación sin hacer nada, tal vez ante el temor de verse superados en número.

Muchos ingresaron con cuchillos que no dudaron en utilizar, aunque los primeros reportes indicaron que la mayoría de los muertos, se produjeron por asfixia, cuando fueron pisoteados por la masa de gente que invadió el estadio.

Las morgues comenzaron a recibir decenas de cadáveres con el correr de las horas, con lo cual se cree que el número de muertos puede subir.

La Asociación Egipcia de Fútbol decidió suspender la liga indefinidamente ante los terribles disturbios, mientras que el problema ha llegado al parlamento, donde se está analizando cómo retomar el control y volver a la calma.