Las elecciones porteñas y el monopolio ideológico
Por Nicolás Márquez.
El candidato kirchnerista Daniel Filmus se autodenomina progresista. Exacta etiqueta es la que se coloca María Eugenia Estenssoro, Jorge Telerman, Fernando Pino Solanas, Silvana Giudice, Luis Zamora, Aníbal Ibarra y cuanto filo-zurdo (extremo o moderado) se ande candidateando a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En cuanto al PRO, si bien el propio Mauricio Macri no es propenso a las definiciones ideológicas (ni a ninguna otra definición), su lugarteniente María Eugenia Vidal alegó ser progresista y el candidato a Legislador Porteño en primer término del Pro, el Rabino Sergio Bergman, se autodefinió como “un hombre de centro izquierda”, similar rotulación se autoimpuso la dirigente macrista Gabriela Michetti (de quien solicitamos datos sobre su paradero).
Vale decir, en la ciudad de Buenos Aires hay un progresismo oficialista y un progresismo opositor.
Finalmente, todo indica que en términos políticos las resultas de las elecciones del domingo venidero pueden ser una fuerte derrota para el kirchnerismo, pero desde una perspectiva ideológica, gane quien gane todo indica que ganará el progresismo, a no ser que gane Ricardo López Murphy, el candidato liberal, el único que ha demostrado ser sustancialmente diferente al monopolio ideológico que nos ofrece la aburrida y redundante oferta electoral en ciernes.
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