Mi Perico es un ser irracional. ¿Y la “presidente de todos los argentinos”?

Mi Perico y Cristina Kirchner

En las tardes calurosas de esta época estival, con mi esposa, acostumbramos a sentarnos en el patio de casa a matear. Junto a la vieja mesa de piedra y protegidos del resplandor por una “media sombra”, comentamos sobre el desarrollo del limonero y el estado de las plantas. Mientras degustamos unos “dulces” y alguna factura, con el aburrimiento propio de dos viejos solos, charlamos entre nosotros dos y con nuestras mascotas, dos pichichos “marca” perro y un loro “hablador”.

Luego de las caricias de rigor, nuestros perros comienzan a corretear por el patio jugando como dos buenos hermanos. Mientras nos reímos de sus juegos, mantenemos una “charla” con Perico. Cuando él pronuncia la palabra “abuelo”, rápidamente le pregunto: ¿Qué pasa Periquito? 
Perico pronuncia cualquier otra palabra y nosotros seguimos el “juego” de una conversación. Somos conscientes de que Perico no puede mantener una conversación. Sabemos que sólo repite sonidos que conforman palabras, pero jugamos a que mantenemos una conversación, nos reímos y nos entretenemos en ese rato de ocio. No ofendemos ni perjudicamos a nadie.

Cada vez que escucho a la “presidenta de todos los argentinos”, no puedo menos que compararla con mi Perico. Ella repite sonidos que conforman palabras. Algunos periodistas que de tan bien pagos, se supone que renunciaron o renunciarán a los subsidios, juegan a mantener una conversación con “presidenta de todos los argentinos” en forma de entrevista. 
Pero la “presidenta de todos los argentinos”, al igual que mi Perico, no puede dar una conferencia de prensa con preguntas abiertas y sin restricciones o discriminaciones. 
La “presidenta de todos los argentinos” en una conferencia de prensa con preguntas abiertas y sin restricciones o discriminaciones, podría responder a la prensa, dónde y con quiénes se recibió de abogada, exhibiendo su certificado analítico. Podría mostrar los habeas corpus presentados durante la última dictadura, en favor de victimas de la represión. Podría revelar el secreto de los fondos de Santa Cruz. Nos contaría por qué no se constituyó el Tribunal de Defensa de la Competencia, ni se llevó a cabo el soterramiento del Sarmiento. Cuanto nos cuesta a los argentinos el “futbol parta todos” o, por qué Aerolíneas Argentinas es deficitaria cuando casi todas las empresas de aviación dan ganancias. En qué quedó el tren bala.
Y sería interesante que explique el porqué, en el granero del mundo, niños y adultos mueren por desnutrición. (hambre)
En fin, podría desmentir las 100 mentiras kirchneristas. Y a los periodistas de chimentos les contaría de sus amores y amoríos. De su verdadera relación con el “Choclo” Alassino durante la convención constituyente o hasta donde llego su relación con el Gobernador Capitanich. Muchos argentinos gustan del “futbol para todos”, otros, de los “puterios” que muestran los programas de chimentos.
Pero ni la “presidenta de todos los argentinos”, ni mi Perico tienen respuestas para tantas preguntas.
Mi Perico es un ser irracional. ¿Y la “presidenta de todos los argentinos”?


Orlando Agustín Gauna