La Comisión de Legalización Penal de la Cámara de Diputados se encuentra en medio de un escándalo, cuando se advirtió que el dictamen para tratar la despenalización del aborto, no tenía las ocho firmas necesarias.
El presidente de la Comisión, Juan Carlos Vega (Coalición Cívica), reconoció que en el momento de votar la iniciativa había 15 diputados y no 12, como se dijo en un principio.
En este marco, el reglamento determina que para que el dictamen sea válido, debe tener la mitad más uno de las firmas de los diputados presentes. Con 15 miembros en el lugar, son necesarias 8 firmas.
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Desprolijidades
Cuando los congresistas que apoyan la iniciativa festejaban el dictamen, el diputado Omar De Marchi (Demócrata de Mendoza), advirtió que el documento no tenía todas las firmas necesarias, pero el presidente de la Comisión lo ignoró.
La diputada María Luisa Storani firmó el dictamen cuando ella no es miembro de la Comisión, pero el error fue subsanado.
Como faltaban avales, la diputada Victoria Donda dijo que el diputado Jorge Rivas (Nuevo Encuentro) apoyaba el proyecto y que cedía su firma para el dictamen. Rivas no podía asistir por su problema de parálisis.
Pero los opositores a la norma, Patricia Bullrich (Coalición Cívica), Ivana Bianchi (Peronismo Federal), Cinthia Hotton (Valores para mi País) y De Marchis, no se quedaron atrás. Presentaron impugnaciones y el presidente de la Comisión no tuvo alternativas y volvió todo a foja cero.
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