La familia estaba cazando tortugas en la provincia oriental de Nusatenggara cuando la niña, Juraida, fue arrastrada al agua por un cocodrilo gigante de agua salada.
El oficial Viktor Mado Waton de Indonesia dijo: “Juraida fue secuestrada cuando se encontraba a medio metro del agua en la desembocadura del río. Su padre y su hermano sólo podían mirar sin poder hacer nada”.
Un equipo de rescate se presentó más tarde en el lugar, encontrando en la arena, el vestido y una cinta del cabello de la niña. Su cuerpo aún no se encontró.
El cocodrilo de agua salada es el más grande de todos los reptiles vivos y es el más común en Australia, la costa oriental de la India y partes del sudeste asiático.
Aunque, en promedio, hay sólo dos ataques fatales reportados por año en los últimos años se produjeron ataques cerca del último incidente en Borneo, Sumatra y Myanmar.
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