lunes, 23 de enero de 2012

Tras lograr la inmunidad, Saleh pide perdón por sus «errores» y se va a EEUU .

YEMEN

OTRO DICTADOR QUE LOGRA ESCAPARSE DE LA JUSTICIA POPULAR

Tras conseguir que el Parlamento apruebe su inmunidad total, el presidente yemení, Ali Abdallah Saleh, pidió ayer perdón a sus compatriotas «por los errores que hubiera podido cometer» antes de partir hacia Estados Unidos, después de 33 años en el poder. 
GARA |
«Pido perdón a mis compatriotas, hombres y mujeres, por cualquier fracaso durante mis 33 años de poder», afirmó Ali Abdulah Saleh al despedirse de los yemeníes, según declaraciones recogidas por la agencia oficial Saba. «Si ha habido errores no fueron deliberados», añadió.
Esta declaración se produjo al día siguiente de la aprobación en el Parlamento de la ley que le concede la inmunidad para sí mismo y a su entorno, según el pacto alcanzado con las monarquías del Consejo General del Golfo. El Parlamento también ratificó la única candidatura a la presidencia del vicepresidente Abd Rabbo Mansur Hadi.
«Instalaremos a Abd Rabbo Mansur Hadi como jefe del Estado y Ali Abdallah Saleh tomará sus maletas y se despedirá para instalarse en su residencia privada», añadió el jefe del Estado.
«Me dirijo a Estados Unidos para ser atendido y volverá a Sanaa como presidente del Congreso Popular General», su partido, anunció Saleh, que fue herido en un atentado contra su palacio en junio.
Quedará como presidente honorífico hasta el 21 de febrero, fecha de las elecciones presidenciales. Una fuente presidencial confirmó que Saleh había partido. Según un responsable del CPG, Sultan al-Barakani, el presidente se dirigiría en primer lugar a Oman y después a Etiopía antes de viajar a Nueva York. Pero las disculpas y la ley de inmunidad no satisfacen a los yemeníes que siguen exigiendo que se juzgue al presidente.
Ayer en una manifestación en la plaza del Cambio de la capital miles de opositores gritaban «Nuestro deber es ejecutar al tirano». «No a la inmunidad a costa de nuestra sangre», se leía en una pancarta, recordando el centenar de muertos en las protestas contra Saleh del último año. Los manifestantes intentaron dirigirse a la embajada de Estados Unidos pero la Policía se lo impidió. En virtud de la nueva ley,  los colaboradores de Saleh, al que la oposición acusa de corrupción y nepotismo, se beneficiarán de inmunidad por actos políticamente motivados, cometidos en el ejercicio de sus funciones oficiales», aunque excluye los «actos terroristas».
Un diputado de la región de Saada, escenario de enfrentamientos entre el Ejército y rebeldes locales, afirmó que «tenemos 10.000 víctimas en el norte de Yemen en el curso de seis guerras. No podemos renunciar a reclamar justicia».

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