miércoles, 25 de enero de 2012

Soldado conscripto Roberto T. Taddía.”

Crónica de un olvido 

Señora de ojos vendados, con la espada y la balanza · A los justos humillados no les robes la esperanza · Dales la razón y llora… porque ya es hora · (María Elena Walsh)

EL MOTIVO – DISPARADOR 
Octubre de 2009

Caminar por Bernal un domingo en horario de tarde temprana, momentos en que los barrios duermen o se someten a las muchas veces interminables sobremesas familiares, tiene su encanto. La calma es total, e invita a la observación minuciosa de los detalles que el devenir diario no permite apreciar; como contemplar un árbol añoso, una obra en construcción que deriva de la demolición de algún viejo edificio histórico del lugar, y demás yerbas que el progreso trae bajo su ala.
La calle Don Bosco en su intersección con Chacabuco, es un buen ejemplo. Una pequeña plaza, como irregular franja verde, ocupa media cuadra por Chacabuco al norte siendo el espacio preferido por los perros del barrio. Despreocupados vecinos del lugar sacan a pasear los ejemplares para que a libre albedrío hagan sus necesidades, a tal efecto sirven los troncos de viejos y orgullosos árboles, sus frondosidades ofrecen agradables y permanentes frescores en forma de sombra; algunas hamacas despintadas completan el paisaje.
Semioculto por las ramas de uno de esos árboles, atacado por el olvido, graffittis y perros, apenas recortado sobre una medianera que alguna vez estuvo pintada de blanco a la cal, se erige una estructura de curiosa forma.
Es una construcción irregular de ladrillos a la vista, que alguna vez fueran pintados de marrón, de metro y medio por lado, custodiada por cuatro pilotes de la misma altura distribuidos caprichosamente en un estrecho cerco. En la estructura principal, casi buscando el centro, un rectángulo blanco con algunas palabras escritas en letra de molde reza: “Homenaje del pueblo y la municipalidad de Quilmes al soldado conscripto Roberto T. Taddía.”
Recuerdo la historia, mucho se habló de Taddía en la zona, del dolor de su familia, de lo buen pibe que era, del olvido en la historia oficial, del olvido del aparato estatal. Todo reflejado en lo mínimo del homenaje, en lo precario del reconocimiento allí, en esa plaza de Bernal Centro, su barrio. Me detengo a hilvanar algunos recuerdos más.
Un señor de unos setenta años, de andar cansino y lento, de tez muy blanca (como la musculosa que asoma a partir del tercer botón de su desabrochada camisa a cuadros), pasa a mi lado cuidando que su perro, de similar aspecto, no me moleste ni se acerque a la pequeña pared, interrumpe mis cavilaciones. Me mira algo asombrado y con cierta solemnidad declara:
- Yo lo conocí al pibe, vivía acá a la vuelta, por Don Bosco, buen chico…
¿Usted es de por acá?, le pregunté.
- Si, imagínese, vivo en el barrio hace cincuenta años…toda una vida, nos conocemos todos, la madre del pibe sufrió muchísimo, toda la familia…por eso no lo dejo al perro acercarse…
Por lo menos un poco de respeto frente a tanto olvido ¿no?, insinué.
- Claro, si nadie se acuerda del pibe, mire como está esto…una barbaridad.

Dejé que el abuelo se alejara, detrás de su anciano perro y volví a mirar la pared. Por esas cosas que ofrece la tecnología moderna, reparé en el hecho que mi teléfono celular contiene una cámara fotográfica; enfoqué la pared-monumento, intentando retratar el olvido, creo haberlo logrado.
Al llegar a casa, descubrí mi necesidad en bucear a través de la historia, oficial y paralela, para saber más acerca de Roberto Tadeo Taddía. Me sumergí en lo sucedido.

LOS HECHOS 
Enero de 1989
Es presidente de los argentinos el Dr. Raúl Alfonsín, con serios problemas de gobernabilidad entonces. La democracia inaugurada luego del llamado sangriento proceso de reorganización nacional, no pasaba por su mejor momento. Y llega el mes de enero, de un caluroso e implacable verano. En la agobiante madrugada del día 23, siendo las 6.15 de la mañana de lunes, un grupo de aproximadamente cincuenta hombres y mujeres, irrumpen en los cuarteles del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 General Belgrano y del Escuadrón de Caballería Blindado 1 de la Tablada con el objetivo de copamiento. Ingresan embistiendo y derribando el portal de entrada de la guarnición, utilizando un Camión de Coca Cola, que habían robado minutos antes, una Camioneta Ford Ranchero, 3 Renault 12 blancos, 1 Ford Falcon verde y una Camioneta Toyota. El camión arrolla al desarmado soldado que estaba de guardia, ocasionándole la muerte en forma instantánea. Luego del ingreso y debido a los escasos efectivos que se encontraban en el cuartel como consecuencia del demorado ingreso del personal aún de franco por fin de semana, el grupo terrorista logró el copamiento de la unidad militar en un reducido lapso. Inicialmente sólo concretan la toma del edificio de la plana mayor, donde asesinan al segundo jefe del Regimiento 3, Mayor Horacio Fernández Cutiellos, y el casino de suboficiales en donde mantienen como rehenes a un número importante de suboficiales y soldados.
La Policía de la Provincia de Buenos Aires inicialmente establece un cerco de las unidades tomadas, y el progresivo regreso de personal franco destinado a la unidad y subunidad del cuartel accede por la parte posterior al empleo de algunos vehículos blindados, con ello, impiden concretar la totalidad de la acción planeada por los subversivos. El Estado Mayor General del Ejército, con autorización del Presidente de la Nación, ordena el traslado y posterior empleo de efectivos militares y de Gendarmería Nacional bajo las órdenes del general de brigada Alfredo Arrillaga. Las acciones militares se llevan a cabo durante todo el día 23 y hasta las 10.30 del día 24 de enero, oportunidad en que, abatidos la mayor parte de los subversivos comprometidos en el copamiento, se materializa la rendición de catorce de ellos y la liberación de los rehenes que mantenían en su poder.
Hubo 39 muertos: 9 militares (4 eran conscriptos), 2 policías y 28 guerrilleros, amén de varias decenas de heridos de diversa consideración, algunos gravemente mutilados.

PROTAGONISTAS DEL OLVIDO 
Noviembre de 2009
Roberto T. Taddía era el soldado conscripto arrollado y baleado en la primera acción del fatídico 23 de enero de 1989. Estaba cumpliendo su turno de guardia y precisamente en ese momento, escoba en mano, barría las inmediaciones de la entrada al cuartel, no estaba armado, no opuso resistencia, no tuvo oportunidad, no se la otorgaron, al igual que a los soldados conscriptos Julio D. Grillo, Martín Díaz y Héctor Cardozo que también perdieron su vida en distintas acciones durante el fatídico 23 de enero de 1989. Nélida de Taddía, madre de Roberto, tuvo que batallar durante 4 largos años para que al fin, en Setiembre de 1993, el intendente de Quilmes, Dr. Aníbal Fernández, le concediera la perpetuidad del espacio que ocupa la tumba de su hijo en el Cementerio Municipal de Quilmes, sito en Ezpeleta.
Eduardo Navascues (DNI 20586375) vive en Mar del Plata, tiene 40 años, restos de esquirlas y heridas de bala en varias partes de su cuerpo, y retazos de una historia con heridas mucho más dolorosas y difíciles de cerrar. Era soldado conscripto clase `69 destinado en La Tablada. Fue tomado como escudo humano por los subversivos en acción, al igual que el conscripto Héctor Cardozo, que no pudo salir vivo de esa instancia. En una conversación me cuenta su doliente historia. 
- Hace 20 años que nadie me pregunta como estoy. Mandé cartas, fui hasta la Casa de Gobierno, para que alguien me preste su oreja y me escuche. Pero siempre fue en vano, todos me dicen lo mismo que no hay ley que nos ampare. 

Se refiere a la ausencia de inclusión en el proyecto de ley que lleva Nº de Expediente 0835-D-2009. Trámite Parlamentario 12 (17/03/2009). Sumario: Pensión reparatoria, otórgase a ex soldados conscriptos clases 53, 54, 55, 58 y 59 y otras que hayan sido incorporadas con éstas. Firmantes: Dip. Nac.Llanos, Edith Olga – Dip. Nac. Arguello, Octavio. Este proyecto de ley ampara a los conscriptos implicados en acciones sólo durante la dictadura militar.

- Por eso tengo tanta bronca. La gente que tomó el cuartel y me arruinó la vida, siempre es escuchada por los distintos gobiernos, y a un tarado como yo que nunca quiso estar en ese lugar, y cumpliendo una ley, me tomaron de rehén, me hirieron y lo peor es que nadie nunca se preguntó acerca de los 8 colimbas que fuimos heridos, o de las familias de los 4 colimbas muertos. Nunca hubo contención ni reconocimiento.

El diputado por la Ciudad de Buenos Aires Jorge Enríquez presentó un proyecto de Ley en el que se instituye el 23 de enero como el “Día de los muertos por la subversión”, en recordación del sangriento ataque al Regimiento 3° de Infantería de La Tablada. Esgrimió el siguiente argumento: “Es necesario recordar aquellos momentos desgraciados en función de construir la memoria colectiva necesaria para nuestra maduración como sociedad”. Su propuesta fue desestimada.

- Algunos médicos me dijeron que lo único que tengo psicológicamente, es un estrés post traumático por combate. Yo vivo con mis recuerdos que no quiero olvidar por mis compañeros muertos. Pido un seguro médico bueno y no un hospital donde cada vez que voy me tratan como un delincuente cuando les digo que tengo heridas de balas y pedazos de esquirlas que anidan en mi cuerpo. Pido poder ir a un psicólogo, ya que me es imposible, y un trabajo que sepa tolerar ciertas dificultades que tengo, por ejemplo estar encerrado lejos de una ventana. Hasta ahora no he tenido respuestas. Nos han olvidado.

He vuelto a recorrer las calles de Bernal, un par de días atrás, con la necesidad imperiosa e impostergable de rendir mi homenaje a Roberto T. Taddía y en su memoria a sus compañeros caídos, en acto o en potencia. Al llegar a la plaza de Don Bosco y Chacabuco, dejé al pie del olvidado recordatorio unas palabras escritas:

“Hoy nada es distinto, ya te han olvidado, y nadie se acuerda de tus veinte años.
De tus sueños truncos, tu afán por ser algo, tu credo, tu idioma, todo ha sido en vano.
Es la última carta que te escribo, hermano, joven de tu tiempo, héroe del pasado,
aproveché el rato que gasto…pensando, hasta que un buen día yo también te olvide,
y deje en silencio tu ser, descansando”

2 comentarios:

  1. Hola. Yo no los olvido. Tambien fui uno de uds, no me paso nada pero me toco tambien y nunca pude olvidar a Taddia. Soy Pablo Romano. Te mando un abrazo.

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    1. Cómo nos avisaron esos feos momentos los argentinos yo fui tb ex soldado conscripto de clase 1967 y pasamos por ahí por ese regimiento jigantes de arboledas veíamos cómo les hacían instrucción fui a la base Vll brigada aérea Morón juntos con otros compañeros y sentíamos ese emoción de ellos tb pasamos por lo mismo pasaron dos años y como está terrible desgracia mortal de quitar la vida a esos ex camaradas lleno de vida faltaba poco Por Dios para irse pronto a casa pero dios de los llevó a sus magníficos altares de más allá como me entriztece todo lo sucedido sangra honor y gloria un afectuoso saludo y muchos saludos a usstess Dios los Bendiga

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