lunes, 20 de junio de 2011

El departamento de Schoklender (2) .


Coscorrones, el blog de Raquel Rebeca Reznik Z\

Por algunas razones -seguramente maléficas- luego del caso Shoklender, desde las infames usinas kirchneristas se ha intentado instalar una discusión sobre cuando los fondos públicos dejan de serlo.
El planteo es -por supuesto- de una idiotez oligofrénica.
Si lo estudiamos con cierto detenimiento, nos podemos encontrar con algunas sorpresas.
Es que si yo poseo un lingote de oro -para poner un ejemplo bastante alejado de la realidad- nadie podría poner en duda que se trata de un fondo 'privado'.
Si vendo el lingote, o una fracción de él, a cambio me darán dinero.
Y el dinero que recibiré será un papel pintado por el gobierno, que no dice 'Olga' sino Banco Central o algo por el estilo.
Y si bien ese dinero forma parte del conjunto integrado por lo que sería mi 'propiedad privada', al materializarse en ese montón de papel pintado de alguna manera conserva su origen público.
De hecho, si al día siguiente de esa imaginaria transacción el gobierno decide 'devaluar', con ese dinero podré comprar menos oro que el que vendí.
Ese es un enfoque general.
Afinando la puntería, habitualmente se consideran fondos públicos al conjunto de la masa dineraria que el gobierno obtiene mediante el cobro cumpulsivo de los impuestos.
Pero el concepto es incompleto.
Porque si el gobierno le pide prestado a un organismo internacional de crédito digamos unos 1.000 M de U$S, y ese crédito se otorga, esos 1000 M de U$S son dineros públicos, como también será pública la deuda de 1.000 M U$S con sus correspondientes intereses.
Así que tenemos dinero público y, obviamente, deuda pública.
En base a ese fraude infame que muchos llaman 'tipo de cambio' los bancos centrales emiten papeles pintados en un número que en teoría está relación con las divisas que poseen.
En el caso especial de Argentolandia, es muy difícil saber cuántas divisas realmente tiene el BC, ya que muchas de ellas han sido sustituidas por otros papeles pintados, también emitidos por el gobierno, en la forma de pagarés de valor absoluto 0 que esperan su vencimiento no para cancelarse sino para ser renovados de aquí a la eternidad, no son líquidos, y etc.
Como la cosa es algo dinámica, el BC compra divisas para que su 'tipo de cambio' se mantenga, no vaya a ser que un exceso de ellas cambie los precios relativos de las cosas y se desate un desequilibrio catastrófico puertas adentro.
Cuando el BC compra divisas, lo hace emitiendo papelitos pintados.
Si esos papelitos pintados llegaran al mercado, provocarían un despelote similar, así que al momento de comprar las divisas el BC emite lo que se llaman Letras de Tesoro, que no son más que pagarés, y así rescata los pesos emitidos y promete pagarlos luego, con más papelitos pintados en concepto de intereses.
De hecho las divisas entran, pero al mismo tiempo salen las letras por un valor mayor, obvio.
Como la liebre corre más rápido que la tortuga, de a poquito, el gobierno micro-devalúa, no vaya a ser que...
En cada episodio devaluatorio, el BC se encuentra en la afortunada situación de poder emitir más, para compensar.
Eso es lo que se llaman 'las ganancias del BC'.
Y el gobierno se apodera de ellas, para utlizarla en fines que en su mayoría son inconfesables.
Como sea, hay más emisión, esta vez sin Letras.
Al pasivo que generan las Letras se lo denomina déficit cuasi-fiscal.
Y al pasivo que genera la emisión compensatoria de la devaluación, cuando el gobierno se apodera de él,  se lo denomina 'robo'.
Pero en todos los casos se trata de 'dineros públicos' que en forma de moneda local se utiliza para pagar los gastos corrientes y la deuda interna, y que en forma de divisas se utiliza para pagar los intereses de la deuda externa, pero como eso lo sabe todo el mundo no abundaré.
En un ejemplo concreto, cuando el gobierno le paga el salario a un empleado público, utiliza dineros públicos.
Para satisfacer el equilibrio contable, cada egreso se certifica, y esto quiere decir que alguien (responsable) asegura que el empleado trabajó.
Ese empleado recibe entonces dineros públicos, o sea papelitos pintados públicos que incorpora orgulloso al conjunto de su propiedad privada.
Para aproximarnos al meollo de la cuestión, la Asociación Madres recibe dineros públicos, en montos escandalosos pero dinero público al fin.
Esa masa enorme de dinero público egresado del Tesoro debe satisfacer el equilibrio contable, como sucede cuando el portero de una escuelita percibe su salario.
Y si la Asociación Madres recibe del Estado dinero para construir casas, serán esas viviendas las que proporcionarán el equilibrio contable imprescindible en las cuentas públicas.
Como se trata de una asociación civil, la Ley de Contabilidad que rige el manejo de los dineros públicos pasa por otra galaxia, y dentro de ciertos límites - en tanto y en cuenta no sean demasiado escandalosos- esa Asociación puede decir y argumentar que cada casa que construye vale x$, cuando en realidad le cuesta x/2$.
Como sea, esas casas fueron construidas con dinero público, que mediante un artificio se transformó en bienes públicos, lo que es exactamente lo mismo.
Los que recibieron esas viviendas, que son bienes públicos construidos con dineros públicos, podrán luego de obtener la correspondiente escritura de dominio la posesión de la cosa, y legítimamente incorporarla a su conjunto compuesto por su propiedad privada.
Realmente ignoro si las casas de telgopor graciosamente se regalan, o si los beneficiarios deben pagarlas en cómodas cuotas, pero a lo fines eso es irrelevante.
Es obvio que si el gobierno -el administrador de los dineros públicos- me encarga fabricar chupetines, en algún lugar del contrato deberá constar cuanto vale o cuesta cada chupetín que fabricaré.
Porque sería genial que el gobierno me regalara 1M de pesos por cada chupetín, teniendo en cuenta que a mí me cuestan a lo sumo 5 centavos c/u.
Ahora bien, la bendita Asociación no es una empresa constructora de casas de telgopor, así que no tiene más remedio que sub-contratar a una entidad idónea, que se ocupará de esos menesteres.
Y en tal caso no hay nada más eficaz que el dueño de esa empresa constructora sea el a-poderado de la Asociación poder-dante.
Si el a-poderado de la Asociación además se encama con la hija de la presidenta de la Asociación, y esporádicamente la preña exitosamente, eso no deja de ser un beneficio adicional, porque todo, en definitiva, quedará en familia.
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Obviamente han robado con una pala, sin mencionar otros delitos, ya que la pantalla de las 'Madres' les ha permitido y aún les permite cometer diversas tropelías, evitar controles y demás incomodidades incómodas que solamente agobian a la gente que es buena y se rompe el culo trabajando.
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Volviendo al punto -el de los fondos públicos- me gustaría que alguien me dijera en qué momento exacto se transformaron en fondos privados.
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¿Será cuando se transformaron en el botín de estos sátrapas?
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El tema del departamento de Shoklender que usaba la sra. Hebe pensando que era de ella pero que en realidad era de él porque plata en mano (dinero público) en vez de actuar como a-poderado de las madres poder-dantes lo puso a su nombre y listo, es realmente patético.
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El episodio no es más que una vulgar pelea entre los ladrones por el botín.

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