Así lo aseguró el titular de la Cámara de Industriales Panaderos (CIP), José Álvarez, quien justificó su juicio en los subsidios estatales. Fue por los aumentos en la Provincia de Buenos Aires.
“El precio de la harina está subsidiado, lo que pasa es que en la provincia de Buenos Aires los panaderos le compran a los depósitos, que venden a un costo mayor”, indicó.
Álvarez indicó que, por eso, “los que compran harina subsidiada, que se venden en muchos molinos, tienen que mantener el precio real”.
“No hay motivos para aumentar el precio del pan en la medida que el panadero consiga harina subsidiada”, añadió.
El titular de la CIP señaló la reventa como posible motivo por el que los precios aumenten, y denunció que la misma organización en la Provincia de Buenos Aires presiona a sus compañeros “para que aumenten el precio del pan, para lo cual tiene en cuenta el valor de la bolsa de harina que se paga en los depósitos o en la reventa”.
“En la medida que el panadero consiga harina subsidiada, puede mantener el pan de 8 piezas por kilo a 2,50 pesos”, finalizó.
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