En Barcelona, cien mil manifestantes
El 19 de junio ya es multitudinario en Barcelona. Después de los gravesaltercados que acabaron con ataques a los diputados frente al Parlament, el movimiento 15-M ha conseguido el primero de los objetivos de este día de reválida: congregar a miles de personas en el centro de la capital catalana para exigir, pacíficamente, un viraje radical del sistema político y económico. Para alcanzar el segundo, deberán pasar todavía unas horas. Si a su llegada a Pla de Palau la marcha ha conseguido cerrarse sin incidentes, los 'indignados' habrán recobrado parte del rédito perdido con el violento sitio a la cámara catalana.
Columnas de manifestantes llegadas desde los diez distritos de la ciudad y localidades cercanas continúan alcanzando el espacio que aún ocupan algunas tiendas de campaña en la plaza de Catalunya unidos por el grito unánime de "no nos mires únete". En la cabeza de la manifestación, que ha tenido que trasladarse a Via Laietana por la masiva afluencia de manifestantes, el lema: 'La calle es nuestra, no pagaremos vuestra crisis' encabeza otras proclamas que también han podido oírse ya en manifestaciones como la de Madrid, como las que llaman a la huelga general.
Uno de los encargados de controlar a los violentos con un peto 'pacifista'. | ACN
Seguridad interna
También en la cabeza de esta manifestación son claramente perceptibles grupos de personas ataviadas con petos amarillos que hacen las veces de miembros de seguridad. Ha trascendido que la conselleria de Interior ha contactado con los organizadores para confiar un cierto grado de autogestión en el aspecto del control de los posibles alborotadores que puedan intentar boicotear la marcha. Por el momento, la actuación de esta suerte de 'controladores' no está siendo necesaria, pero su sola presencia ya permite diferenciar la clara voluntad de los manifestantes de apartarse de cualquier tipo de expresión cercana a la violencia. No obstante, algunas pancartas piden que se retiren los cargos para los detenidos ante la cámara catalana, que ya han quedado en libertad.
Respecto a la afluencia, los organizadores, eufóricos, hablan de que han conseguido congregar a cien mil personas. Lo cierto es que la cebeza de la manifestación ya alcanza la sede de Correos, mientras que la cola todavía persiste en la plaza de Catalunya, pero la cifra, aunque importante, se antoja inferior. Resta por conocer el cálculo de la Guàrdia Urbana. La única cifra oficial ofrecida hasta el momento también parece alejada de la realidad, pero por el otro extremo, es la de Interio que estimaba que a las 16.45 horas, unas 5.000 personas se congregaban en la plaza de Catalunya.
El 19 de junio ya es multitudinario en Barcelona. Después de los gravesaltercados que acabaron con ataques a los diputados frente al Parlament, el movimiento 15-M ha conseguido el primero de los objetivos de este día de reválida: congregar a miles de personas en el centro de la capital catalana para exigir, pacíficamente, un viraje radical del sistema político y económico. Para alcanzar el segundo, deberán pasar todavía unas horas. Si a su llegada a Pla de Palau la marcha ha conseguido cerrarse sin incidentes, los 'indignados' habrán recobrado parte del rédito perdido con el violento sitio a la cámara catalana.
Columnas de manifestantes llegadas desde los diez distritos de la ciudad y localidades cercanas continúan alcanzando el espacio que aún ocupan algunas tiendas de campaña en la plaza de Catalunya unidos por el grito unánime de "no nos mires únete". En la cabeza de la manifestación, que ha tenido que trasladarse a Via Laietana por la masiva afluencia de manifestantes, el lema: 'La calle es nuestra, no pagaremos vuestra crisis' encabeza otras proclamas que también han podido oírse ya en manifestaciones como la de Madrid, como las que llaman a la huelga general.
Uno de los encargados de controlar a los violentos con un peto 'pacifista'. | ACN
Seguridad interna
También en la cabeza de esta manifestación son claramente perceptibles grupos de personas ataviadas con petos amarillos que hacen las veces de miembros de seguridad. Ha trascendido que la conselleria de Interior ha contactado con los organizadores para confiar un cierto grado de autogestión en el aspecto del control de los posibles alborotadores que puedan intentar boicotear la marcha. Por el momento, la actuación de esta suerte de 'controladores' no está siendo necesaria, pero su sola presencia ya permite diferenciar la clara voluntad de los manifestantes de apartarse de cualquier tipo de expresión cercana a la violencia. No obstante, algunas pancartas piden que se retiren los cargos para los detenidos ante la cámara catalana, que ya han quedado en libertad.
Respecto a la afluencia, los organizadores, eufóricos, hablan de que han conseguido congregar a cien mil personas. Lo cierto es que la cebeza de la manifestación ya alcanza la sede de Correos, mientras que la cola todavía persiste en la plaza de Catalunya, pero la cifra, aunque importante, se antoja inferior. Resta por conocer el cálculo de la Guàrdia Urbana. La única cifra oficial ofrecida hasta el momento también parece alejada de la realidad, pero por el otro extremo, es la de Interio que estimaba que a las 16.45 horas, unas 5.000 personas se congregaban en la plaza de Catalunya.
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