lunes, 23 de enero de 2012

Una familia de Dallas, Texas, estaba realizando un vuelo de turismo a lo largo de la costa de Roatán, frente a Honduras, cuando el motor de su avión falló y la nave cayó al mar.



La familia escapó milagrosamente ilesa después de que su avión se hundiera en el mar y fueron socorridos por unos médicos que pasaban en un barco.
Andy Atkins, su esposa Jenny y su hijo Logan de cuatro años de edad, estaban en un vuelo de turismo a lo largo de la costa de Roatán, frente a Honduras, cuando el motor del avión dejó de funcionar y la nave se desplomó en el mar.
En ese momento comenzó el pánico, ya que el avión fue succionado por debajo de la superficie, Atkins y el piloto desesperadamente luchaban para salvar a la mujer y al niño.
Andy Atkins dijo: “Todos estábamos todavía en estado de shock. Sabíamos que sobrevivimos al accidente pero no sabíamos cómo íbamos a salir de allí”.
Milagrosamente, un barco pasaba por ese lugar y mucha gente se lanzó al agua para salvarlos, otras fueron en un bote.
Entre los buzos y dos médicos, uno de ellos de la Marina estadounidense rescataron a la esposa de Atkins y a su hijo.
En la parte posterior del bote comenzaron a darles oxígeno y los trataban con toda su experiencia.
Luego del rescate, la familia fue trasladada a un hospital.
Atkins declaró que “Reafirma su fe en la gente y en la humanidad. Todos intervinieron sin dudarlo. Somos conscientes de que nos sentimos como se nos dio una segunda oportunidad”.

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