Nueva York intenta volver a la calma tras el paso del Huracán Irene, que llegó de manera más débil de la esperada y fue categorizada solo como una tormenta tropical. De todos modos, muchas personas quedaron sin electricidad y el transporte público quedó seriamente perturbado por varias inundaciones.
El alcalde de la ciudad, Mike Bloomberg, dijo que “la seguridad sigue siendo la prioridad” para su gobierno y que muchos ciudadanos ubicados en algunos refugios de la ciudad, podrán comenzar a regresar a sus hogares por la tarde, pero por el momento permanecerán en ellos, hasta tanto los meteorólogos lo consideren propio.
Bloomberg sostuvo que “lo peor ya pasó”, aunque todavía se registran lluvias y ráfagas de consideración. Por esta razón el funcionario recomendó a la población permanecer en sus hogares hasta que la situación sea absolutamente segura.
Los aeropuertos se convirtieron en lugares críticos para los pasajeros ya que a lo largo de toda la costa este, se han cancelado al menos 10.000 vuelos desde y hacia Europa, Asia y América del Sur. Las autoridades de Trasnporte público dijeron que a partir del lunes por la tarde, las terminales aéreas comenzarán a operar nuevamente, pero el regreso a la actividad habitual tardará varios días.
En las zonas por donde Irene dejó su rastro hubo al menos 2 millones de evacuados, 3 millones de personas sin electricidad, 14 muertos y cuantiosos heridos y daños materiales.
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