Cuando se dió el caso de Santiago Urbani, publicamos una nota que determino una ola de insultos y amenazas.
Desde el primer momento sostuvimos la culpabilidad de este sujeto y su cómplices, del bestial asesinato con características gravísimas.
Tiempo después se supo que los delincuentes le sacaron una foto a su víctima agonizando, con la cámara que le robaron.
Y hay circunstancias anexas a este caso, como la muerte del padre de Santiago en otro hecho delictivo.
Realmente, uno se pregunta que será en el futuro de la vida de la mamá de Santiago, ya viuda por otro asalto y su hija.
Una familia desintegrada cuyos sobrevivientes sufrirán de por vida las secuelas de este huracán de barbarie que arrasó sus existencias.
Hoy se dictaron sentencias, y el caso que nos ocupa se fue con veinte años por la cabeza.
Justo es decirlo:El delincuente Hemiliano Herrera pidió disculpas tres veces por lo que hizo.
A confesión de parte, relevo de prueba.
¿Se hizo justicia?
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