El fin del sueño de la dinastía Kirchner
La muerte súbita del peronista Néstor Kirchner acaba con el sueño familiar de seguir alternándose en la Casa Rosada con su esposa y sucesora en la Presidencia de la República, Cristina Fernández, que debe finalizar su mandato en diciembre de 2011.
“¡Estamos absolutamente decididos a gobernar la patria hasta 2011, de 2011 a 2015, y hasta 2020!”, se había ilusionado Kirchner durante un mitin, en marzo último, ante miles de seguidores.
Ese plan de la dinastía arrancó en 2007 cuando Kirchner concluyó su mandato y, entusiasmado con su alta popularidad, eligió de candidata oficialista a su mujer, que hasta entonces no había ocupado cargos ejecutivos, sólo legislativos.
Aupada entonces por su marido, Cristina Fernández ganó las elecciones en forma aplastante. Cosechó 44,8% de sufragios y aventajó por más de 22 puntos a la segunda, Elisa Carrio, que recogió 22,9% de votos.
Disputa matrimonial por el poder
En los últimos meses, el llamado ‘matrimonio presidencial’ venía coqueteando con la idea de que tanto Néstor como Cristina, indistintamente, podrían presentarse de candidatos para las elecciones generales de 2011.
“¿Por qué pingüino y no pingüinA?”, desafió un mes atrás la Presidenta, lo cual activó las versiones de supuestas peleas en la alcoba del poder sobre cuál de los dos finalmente sería el próximo ‘presidenciable’.
Aunque muchos apostaban a que finalmente iba a imponerse el carácter fuerte y dominante del personalista Kirchner. Y recordaban que él era el ‘hombre fuerte’ en lo político, a tal punto que lo llamaban ‘Presidente en las sombras’.
Todo ello se ha esfumado. Ahora Fernández afronta la soledad del poder y el fantasma de ser ‘viuda de’, un estigma que en 1974 alcanzó también a la entonces vicepresidenta María Estela Martínez al fallecer su marido y Presidente, el carismático líder Juan Perón.
‘Chabela’ -así la llamaban- tuvo que asumir la Presidencia e hizo un gobierno desastroso, que acabó derrocado en 1976 por las fuerzas armadas mediante un golpe de Estado. Hoy vive sola y olvidada en un chalé de las afueras de Madrid.
Por suerte para Argentina y sus ciudadanos, Cristina Fernández supera con creces en talento, formación y capacidad a aquella mujer, apenas una ex bailarina de cabaré, que sepultó el sueño de la primera dinastía peronista, la fórmula presidencial Perón-Perón.
Juan Ignacio Irigaray
No hay comentarios:
Publicar un comentario