lunes, 11 de octubre de 2010

Libertad de prensa arrasada en Bolivia.

Bolivia: Medios protestan por ley antirracista
Periodistas y empresarios de medios bolivianos radicalizaron con marchas y huelgas de hambre la protesta contra el proyecto de ley contra el Racismo y la Discriminación, tratado ayer por el Senado, por entender que cercena la libertad de expresión, lo que fue calificado por el presidente Evo Morales como un “pretexto para la discriminación”.


Los principales diarios bolivianos publicaron sus tapas en blanco con la frase: “Sin libertad de expresión no hay democracia”, lo que fue contestado luego por el mandatario, quien en conferencia de prensa aseguró que “el racismo es la expresión mayor de la antidemocracia”, según reportaron las agencias de noticias Ansa, ABI y Prensa Latina.

La polémica surgió por dos artículos contenidos en el proyecto, que tanto el gremio de prensa como la corporación mediática consideran una “ley mordaza”.

El artículo 16 establece que “el medio de comunicación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones económicas y de suspensión de licencia de funcionamiento, sujetos a reglamentación”.

Un artículo complementario, el 23, prevé que “la sanción será agravada de uno a cinco años de prisión cuando el hecho sea cometido por un trabajador de un medio o el propietario sin que pueda alegar inmunidad ni fuero alguno”.

Trabajadores de la prensa, representantes de los gremios, presentadores de televisión y estudiantes de la carrera de Comunicación de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), además de propietarios de algunos medios, salieron a las calles de Cochabamba para expresar su rechazo a estos artículos.

“El silencio, no es una palabra que conjuga con los trabajadores de la prensa, el silencio es cómplice de la dictadura, salimos a las calles para hacer conocer nuestra protesta, no pueden existir leyes que busquen encarcelar las ideas”, manifestó el periodista Rolando Gamarra en representación de sus colegas. Tanto periodistas como directivos de medios explicaron que el problema no es la ley antirracista en sí, porque también ellos están contra el racismo, sino que el destinado a aplicarla es el gobierno de Morales, que tilda de racista sistemáticamente a quien se le opone o critica.

Ante la reacción de los medios y sus trabajadores, Morales ratificó en conferencia de prensa el proyecto, y aseguró que “la libertad de expresión está garantizada” pero aclaró que “con ese pretexto no podemos practicar racismo y discriminación”.

“Ha llegado la hora de acabar con las prácticas de racismo en Bolivia porque es la práctica más antidemocrática que existe en el mundo debido a que no respeta la igualdad entre los ciudadanos”, precisó.

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