domingo, 10 de octubre de 2010

China furiosa por el Premio Nobel de la Paz.

Repercusiones tras el polémico Premio Nobel de la Paz al activista chino Liu Xiaobo
Tras la entrega del Premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, el gigante de Oriente ya tomó acciones y anticipó que las relaciones bilaterales con Noruega se podrían ver gravemente afectadas, incluido un acuerdo petrolero entre ambas naciones. Hubo activistas detenidos.
Expertos ya habían analizado que muchos chinos podrían ver la decisión “como un ataque de Occidente, como un intento de satanizar a China”.
Xiaobo, activista político de 54 años, fue condenado en diciembre de 2009 a 11 años de prisión por subversión. El disidente había sido uno de los redactores de la carta 08 pidiendo una reforma política en China, incluyendo la libertad de asociación, de expresión y de religión.
Geir Lundestad, director del Instituto Nobel de Noruega, había ya manifestado que el vice ministro de Relaciones Exteriores, Fu Jing, le advirtió que las relaciones entre Oslo y Pekín se verían afectadas.
“El gobierno chino se opone a que el premio sea otorgado a Liu porque temen que esto vaya a llamar más la atención sobre la actual situación de los derechos humanos en China”, señaló la esposa de Xiaobo.
En un comunicado luego del anuncio de la concesión del premio a Liu, el Gobierno chino calificó de “blasfemia” la entrega, y que “infringe el espíritu del Instituto Nobel de otorgárselo a quienes trabajan por la armonía social, la amistad internacional, el desarme y el pacifismo”.
En tanto, las autoridades de Pekín detuvieron hoy a una veintena de disidentes que se disponían a celebrar la concesión del premio al activista, poco después de anunciado el galardón.
“Se estaban preparando para celebrar el Nobel, iban a reunirse con amigos en distintos puntos de la ciudad en restaurantes y bares cuando los detuvieron”, contó el abogado de derechos humanos Teng Biao.

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