martes, 29 de marzo de 2011

Agenda pro-aborto y anti-familia del Partido Verde.


Matthew Cullinan Hoffman
AUSTRALIA, 28  de marzo de 2011 (Notifam) – En el período previo a la elección estatal del 26 de marzo, los obispos católicos de Nueva Gales del Sur, Australia, emitieron una declaración condenando la agenda pro-aborto y anti-familia del Partido Verde en ese Estado.
Los obispos destacan que mientras “el aborto incluye el asesinato deliberado de niños no-nacidos inocentes, y la actual legislación de Nueva Gales del Sur ofrece alguna protección limitada a las madres y a sus hijos no-nacidos”, el Partido Verde “impulsará en el próximo parlamento la eliminación del aborto como delito, tipificado en la Ley de Crímenes”.
Ellos también destacan que el Partido apoya una ley que “específicamente niega a los médicos y a otros practicantes de la salud el derecho a la objeción de conciencia para no participar ni asociarse con la práctica del aborto”.
“Es notable”, dicen, “que esas leyes ofensivas puedan ser aprobadas en un parlamento australiano, negando a los individuos el fundamental derecho de creencia, conciencia y religión”.
Al referirse a la práctica de matar a pacientes que padecen enfermedades terminales, práctica que la Iglesia Católica condena, los obispos lamentan que “los [miembros del Partido] Verde intentaron introducir legislación a favor de la eutanasia en el Parlamento de Nueva Gales del Sur el año pasado y casi tuvieron éxito”.
Los obispos también advierten que el Partido Verde apoya el “matrimonio” homosexual y la legalización de drogas adictivas recreativas.
El Partido está buscando también eliminar el financiamiento de las escuelas católicas y obligar a las instituciones educativas privadas a contratar a personas que no concuerdan con sus convicciones, otra disposición que es percibida como anticatólica.
El cardenal George Pell también atacó públicamente la teoría del catastrófico calentamiento global, que es promovida por el Partido Verde y utilizada por los grupos ambientalistas como un motivo fundamental para el control poblacional global.
Luego del testimonio en el Senado del doctor Greg Ayers, presidente de la Oficina de Metereología de Australia, respaldando la teoría del catastrófico calentamiento global y criticando a Pell por su oposición, el cardenal Pello lo describió como un “especialista en aire-caliente”.
“Muchas pocas veces he escuchado una contribución tan carente de rigor científico”, agregó Pell.
Traducción por José Arturo Quarracino

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