LO QUE EL SISTEMA ODIA.

Red Patriotica Argentina

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CONSTRUCCION POLITICA: LO QUE EL SISTEMA ODIA Contra los provocadores y las operaciones pre electorales Guillermo Rojas  Si hay algo que el Sistema de dominación desea fervientemente es que el Nacionalismo quede lo mas aislado posible.  Hacer ver a los nacionalistas como energumenos violentos. Ese es el estereotipo del nacionalista que maneja Por eso justamente no hay que darle el gusto. Una de las armas preferidas para aislarnos es la provocación y la acción de los apóstoles de las soluciones "rápidas y expeditivas".  Estos sospechosamente comienzan a “operar” en tiempos de expectativa política, para facilitar la invención de golpes de Estado mediáticos y el armado de causas penales pre electorales. Hemos tenido experiencias desde hace tiempo sobre esto y especialmente desde 1983 Hay que estar alertas, cuando esas soluciones (rápidas y expeditivas) vienen o son difundidas por grupúsculos mas o menos violentos, mas o menos irresponsables o mas o menos emparentados o infiltrados por los servicios de seguridad, grupos estos a los que se pueda identificar con facilidad para endilgarle todos y cada uno de los San Benitos que suele colgarnos la prensa canalla y los políticos regiminozos.  Después la cosa se extiende como un tsunami o una mancha de aceite, sobre aquellos que nada tienen que ver con dichos grupúsculos puntuales, logrando la neutralización descrédito y aislamiento de todos culpables e inocentes Por eso no hay que prestarse a los cantos de sirena. Cuando se entra en la senda de construir algo duradero, convenciendo y venciendo desconfianzas de la gente, no podemos permitir que venga a escupirnos el asado cualquier personaje. Sabemos que Batman no existe y El Zorro es una leyenda  Tenemos en nuestra historia ejemplos de provocaciones a derecha e izquierda, con resultados trágicos tanto desde una perspectiva personal como política. Ninguna secta va a rescatar al Nacionalismo ni a restaurar la Patria. Ello solo se va a lograr con el concurso del pueblo a nuestras filas y la acción mancomunada de todos los patriotas argentinos de buena voluntad junto con una conducción esclarecida y prudente.  Cualquier cosa que no se trate de esto último es vía muerta y puede en definitiva destruir el trabajo político que mal o bien se hace silenciosamente y con enormes dificultades. Conocemos de sobra lo que son las operaciones del enemigo para caer en trampas que desembocan en nuestra final desaparición. Es lo que el Régimen busca, son las tretas que nos propone, la carnada que nos muestra.  Morderla es una absoluta estupidez.   El Sistema odia la construcción política. Odia un nacionalismo que apuesta a competir en lo que ellos dicen ser campeones. Odia que le peleemos la calle en base a razones que no puede refutar. Ya hemos tenido la prueba cuando salimos a disputarles el terreno que ellos dominan: la respuesta es la operación mediática o el atentado dinamitero: los muchachos de La Barbarie (La Plata)  han tenido un ejemplo de las dos cosas. Quedó en claro que la violencia, el agravio y el descrédito lo ejercen ellos no nosotros como  anhelarían que fuera. Sigamos sin darles el gusto, mientras crecemos políticamente Por eso es importante mantener la cabeza fría y el corazón caliente si queremos llevar a buen puerto nuestra labor y no solo  con respecto a los francotiradores que proponen soluciones mágicas en base a métodos de dudosa licitud y moralidad, también hay que afinar la oreja con referencia a las opciones que carezcan de claridad política, que sean ambiguas. No podemos darnos el lujo de intervenir en cosas que no sabemos de donde vienen y que tienen un declamado propósito detrás del cual suele esconderse otro, la real motivación.Por todo esto la consigna es clara:  1.- No dar lugar a provocadores. Ni escucharlos, ni acompañarlos en nada.  2.-No prestar ayuda a operaciones políticas cuyo origen se desconoce y cuya finalidad sea ambigua o   se preste a confusión  3.- Continuar construyendo políticamente: lo que molesta sobre manera al Sistema de Dominación y posibilita nuestro crecimiento como opción política contra este estado de cosas que hoy nos agobia