sábado, 26 de marzo de 2011

Mujica al abismo:Ahora visitó en el hospital a un militar represor y asesino que está enfermo .

URUGUAY

Uruguay: otro paso de Mujica al abismo.
Ahora visitó en el hospital a un militar represor y asesino que está enfermo
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José Pepe Mujica, el presidente uruguayo, no sólo es un traidor a sus compañeros tupamaros que cayeron combatiendo a la dictadura, sino que además se jacta de su vergonzoso "pragmatismo" y ahora visitó

a un militar condenado por delitos de lesa humanidad.


Como otro colega en "arrepentimientos", el ex guerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos, que actualmente
es un niño mimado de la CIA y asesora al gobierno colombiano para asesinar insurgentes, el mandatario uruguayo
repite la historia de quienes ensucian con sus acciones del presente un pasado de lucha y compromiso.

Mujica fue en su momento uno de los líderes del MLN Tupamaros y en virtud de ello fue perseguido y encarcelado
por la dictadura uruguaya que lo mantuvo 13 años en prisión junto con los principales referentes de la organización
revolucionaria, entre ellos su líder máximo, Raúl Sendic.

Pero ni Mujica ni otro ex tupamaro famoso, Eleuterio Fernández Huidobro, siguieron los pasos de dignidad
y compromiso de Sendic (quien falleciera después de obtener su libertad, producto de las torturas que sufrió),
sino que se dedicaron a planificar la más infame de las traiciones, es decir, abjurar y ensuciar un pasado heroico.

Ambos personajes se destacaron por oponerse a la anulación de la ley de impunidad que permitiría juzgar a los militares represores
que asesinaron a cientos de uruguayos y uruguayas. En varias ocasiones tanto Mujica como Huidobro manifestaron
que los criminales uniformados "eran unos viejitos" que no justificaban ser perseguidos de por vida y abogaron por la "reconciliación".

Además, en cada una de sus acciones de gobierno, estos "tupamaros" de cartón (que injurian dia a día la historia de lucha y entrega
de cientos de militantes que siguen reivindicando los principios y la trayectoria original de aquella organización) profundizan
en políticas de franco corte neoliberal, provocan una mayor extranjerización de la tierra y permiten (festejado con bombos y platillos)
la entrada de las peores trasnacionales que se proponen devastar al Uruguay.
Ahora, como un patético final de ciclo, que lo empuja a Mujica cada vez más a un abismo de infames derrotas, a Mujica
se le ocurre la "genial" idea de visitar en su lecho de enfermo a un militar que está acusado de cientos de crímenes,
el general Miguel Dalmao. Quiere reconciliarse, demostrar que es un hombre "capaz de perdonar", arrodillarse ante sus verdugos.
La cruel bofetada a los caídos, a los encarcelados, a los muertos en el exilio, y en general, a todo el pueblo uruguayo,
fue consumada, esta semana, por Mujica y quedará inscripta en la historia triste de las traiciones latinoamericanas,
que algún día, los pueblos que no olvidan ni perdonan, se cobrarán con creces.

Mientras Sendic, comandante tupamaro que antes de caer en las manos de los milicos de Dalmao,
gritó a esos esbirros "Soy Rufo, y no me entrego", y por ese tipo de gestos, siempre quedará en la memoria fértil de los luchadores,
como un auténtico revolucionario, Mujica y su corte de alcahuetes ya han inscripto su nombre en el libro negro de los que se venden por cuatro monedas.


AQUÍ LA NOTICIA

El mandatario uruguayo se entrevistó con el general Miguel Dalmao, quien cumple su sentencia en un hospital. Desde el Gobierno explicaron que quería "interiorizarse sobre su salud"

La inesperada visita duró unos 40 minutos. Fue para conocer en detalle los padecimientos que sufre el militar, sometido recientemente a una angioplastia por una obstrucción coronaria.

La decisión de Mujica se da en momentos en que el Congreso debate una norma interpretativa de la ley de impunidad. Esta ley perdonó a militares y policías que violaron sistemáticamente los derechos humanos durante la última dictadura (1973-1985).

Pese a la vigencia de esa norma, desde 1986 el artículo 4 habilitó al Ejecutivo a promover investigaciones de algunos crímenes, como el secuestro de bebés, robos y asesinatos.

La actual administración y su predecesora, liderada por Tabaré Vázquez, recurrieron a esa disposición para que la Justicia civil reabra casos. Eso permitió la detención de varios militares y policías que fueron ubicados en una cárcel especial, en los alrededores de Montevideo.

El encuentro de Mujica y Dalmao se produce, además, en medio de una polémica sobre la presunta existencia de un video con amenazas a políticos y magistrados civiles. En él se advierte sobre la toma de acciones comando para rescatar a esos reclusos.

El general, ex jefe de la División de Ejército IV, se encuentra en la sala de recuperación del hospital. Hasta ahora es el único alto militar en actividad que fue condenado por su responsabilidad en la muerte de la joven Nibia Sabalsagaray, en junio de 1974.

Sabalsagaray era profesora de literatura en Nueva Helvecia, departamento de Colonia, al oeste de Montevideo, y fue detenida en su domicilio. Falleció en el cuartel. La versión oficial de los militares fue que se había suicidado, lo que fue rechazado siempre por sus familiares y por sus abogados defensores.

"José Mujica no tiene rencores con los militares, él mira para adelante"
Así lo afirmó en Radio 10 el senador del Frente Amplio Jorge Saravia, al referirse a la visita del presidente uruguayo al general Dalmao (foto), quien está detenido por crímenes durante la dictadura. "Fue un gesto político", resaltó

El senador nacional uruguayo por el Frente Amplio, Jorge Saravia, resaltó esta mañana que el encuentro que tuvo el presidente José "Pepe" Mujica con el generalDalmao fue "un gesto político", que apunta a reforzar la convivencia.

El legislador afirmó que la visita se produjo porque el militar tuvo una afección cardíaca que puso en peligro su vida. "Corresponde al jefe de las Fuerzas Armadas visitar a su general, además porque Mujica lo había designado para jefe de la región IV, en la frontera con Brasil".

Saravia tomó con naturalidad el encuentro entre el presidente de Uruguay y el general, porque el primer mandatario "es un hombre sin ningún rencor; para él las deudas del pasado están laudadas hace mucho tiempo".

"Mujica entiende que fue un combatiente que fue derrotado en el campo militar. Él mira para adelante e intenta restaurar la convivencia de todos, incluídas las Fuerzas Armadas".

Para el senador del Frente Amplio, el partido de gobierno, Mujica "es en todo el sentido de la palabra un republicano, que tratar de saldar deudas del pasado y que evita dividir la soeciedad en dos mitades".

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