El Salvador
-(AW) El sistema que penaliza el aborto es un vector que atraviesa el mundo a la búsqueda de mujeres que lo realizan. Bajo la gran responsabilidad de la jerarquía Vaticana hasta casi todos los gobiernos, se penaliza el placer de la sexualidad y por ende las consecuencias que a veces acarrea.
El Salvador va a fondo con la ley, que promueve el aumento de riesgos y resta derechos inherentes. Mayor despenalización, más educación sexual y reproductiva universales, son respuestas para aliviar hasta erradicar semejante atropello.
-Fuente Argenpress
-(AW) El sistema que penaliza el aborto es un vector que atraviesa el mundo a la búsqueda de mujeres que lo realizan. Bajo la gran responsabilidad de la jerarquía Vaticana hasta casi todos los gobiernos, se penaliza el placer de la sexualidad y por ende las consecuencias que a veces acarrea.
El Salvador va a fondo con la ley, que promueve el aumento de riesgos y resta derechos inherentes. Mayor despenalización, más educación sexual y reproductiva universales, son respuestas para aliviar hasta erradicar semejante atropello.
Por David Pérez (COLATINO)
Quien tira la primera piedra siempre esconde la mano. En El Salvador, uno de los cinco países en el mundo que penalizan el aborto en forma absoluta, suelen enviar a la cárcel a una mujer por sufrir un aborto espontáneo o natural. ¿Realmente lo quiso hacer? ¿Fue inevitable? Estas son preguntas que los acusadores no se hacen. La Iglesia Católica y los llamados "grupos pro vida" son los principales apologistas de la penalización absoluta del aborto. De la misma manera en que se pronuncian a favor de la vida, condenan a mujeres a sufrir el estigma y el desprecio de la sociedad.
Y es que existe un denominador común en las mujeres que son llevadas a prisión por abortos: son de escasos recursos y su estado de salud no es el óptimo.
Dennis Muñóz, abogado de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico, considera que el aborto debe ser visto desde distintos puntos de vista, sin defender a las mujeres que abortan por el simple hecho de no desear un hijo.
El caso de María Edis es emblemático. Ella sufrió un aborto natural y por culpa de una persona que violó el secreto profesional fue a parar a la cárcel, tiempo después le descubrieron cáncer y al no tener las quimioterapias a tiempo, la enfermedad la venció.
El artículo 133 del Código Penal Establece que la persona que provoque un aborto y quien se lo realice, serán sancionados con prisión de dos a ocho años. Sin embargo, la Fiscalía suele transformar el delito a homicidio agravado, y son acusadas a 30 años de cárcel.
"Usted no puede matar a un muerto. Eso es lo que sucede en los casos en que, la Fiscalía intenta probar que abortos prematuros la madre asesina a su hijo, sin embargo no pueden probarlo", explicó Muñóz.
El Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha calificado de "inaceptable" la penalización del aborto en El Salvador.
"Existe una persecución contra las mujeres pobres. En el país no se ven casos de mujeres con recursos económicos que estén en la cárcel por abortar, además en todos los hospitales nacionales se está revelando el secreto profesional y eso es grave", afirmó Muñóz.
Quien tira la primera piedra siempre esconde la mano. En El Salvador, uno de los cinco países en el mundo que penalizan el aborto en forma absoluta, suelen enviar a la cárcel a una mujer por sufrir un aborto espontáneo o natural. ¿Realmente lo quiso hacer? ¿Fue inevitable? Estas son preguntas que los acusadores no se hacen. La Iglesia Católica y los llamados "grupos pro vida" son los principales apologistas de la penalización absoluta del aborto. De la misma manera en que se pronuncian a favor de la vida, condenan a mujeres a sufrir el estigma y el desprecio de la sociedad.
Y es que existe un denominador común en las mujeres que son llevadas a prisión por abortos: son de escasos recursos y su estado de salud no es el óptimo.
Dennis Muñóz, abogado de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico, considera que el aborto debe ser visto desde distintos puntos de vista, sin defender a las mujeres que abortan por el simple hecho de no desear un hijo.
El caso de María Edis es emblemático. Ella sufrió un aborto natural y por culpa de una persona que violó el secreto profesional fue a parar a la cárcel, tiempo después le descubrieron cáncer y al no tener las quimioterapias a tiempo, la enfermedad la venció.
El artículo 133 del Código Penal Establece que la persona que provoque un aborto y quien se lo realice, serán sancionados con prisión de dos a ocho años. Sin embargo, la Fiscalía suele transformar el delito a homicidio agravado, y son acusadas a 30 años de cárcel.
"Usted no puede matar a un muerto. Eso es lo que sucede en los casos en que, la Fiscalía intenta probar que abortos prematuros la madre asesina a su hijo, sin embargo no pueden probarlo", explicó Muñóz.
El Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha calificado de "inaceptable" la penalización del aborto en El Salvador.
"Existe una persecución contra las mujeres pobres. En el país no se ven casos de mujeres con recursos económicos que estén en la cárcel por abortar, además en todos los hospitales nacionales se está revelando el secreto profesional y eso es grave", afirmó Muñóz.
-Fuente Argenpress
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