SEÚL, 14 Dic. 11 (ACI/EWTN Noticias).-La agencia vaticana Fides informó que Corea del Norte amenazó a los pobladores de Corea del Sur porque adornaron la zona fronteriza entre ambos países con luces y árboles de Navidad, lo cual consideran una provocación que podría ser respondida, dijeron, con acciones bélicas.
"Es una provocación, una guerra psicológica" y puede ocasionar un "mar de fuego" hacia los coreanos del sur, fue la respuesta de Corea del Norte al ver la decoración navideña que las tropas de Corea del Sur colocaron en Aegibong en la provincia de Gyeonggi. Aegibong se encuentra a unos tres kilómetros de la frontera con Corea del Norte.
"Las autoridades del norte temen la influencia cultural del sur sobre la población del norte, que no podrá celebrar las fiestas de Navidad por estar estrictamente prohibido en el norte", indica una fuente de Fides en Seúl, capital de Corea del Sur.
En la capital de Corea del Norte, Pyongyang, se ha difundido en un lugar visible una propaganda en que responsabiliza a Corea del Sur ante una posible disputa entre ambos estados a causa de las decoraciones navideñas..
Además de las decoraciones en Aegibong, los militares del sur tienen la intención de colocar decoraciones similares en otros dos lugares a lo largo de la frontera, fácilmente visibles desde el lado norte de la línea de demarcación militar que separa las dos Coreas.
Corea del Norte es un país comunista en el que no existe la libertad religiosa. Por esa razón los cristianos son perseguidos y cualquier manifestación de culto o religiosidad representa una violación de las normas locales.
La libertad religiosa es la que reconoce no sólo el derecho al culto de la propia religión, sino a no ser víctima de discriminación legal o persecución por razón de las propias creencias.
Los acuerdos internacionales la reconocen como un derecho humano fundamental que debe ser garantizado y promovido por el Estado.
El respeto a la libertad religiosa se hace más urgente en lugares como el Medio Oriente y en países comunistas como Corea del Norte, China y Vietnam, entre otros, donde las minorías como la cristiana sufren persecución a causa de la fe.
El Papa Benedicto XVI ha expresado en diversas ocasiones que el ejercicio de este derecho alienta el camino hacia la paz y el desarrollo humano integral.
"Es una provocación, una guerra psicológica" y puede ocasionar un "mar de fuego" hacia los coreanos del sur, fue la respuesta de Corea del Norte al ver la decoración navideña que las tropas de Corea del Sur colocaron en Aegibong en la provincia de Gyeonggi. Aegibong se encuentra a unos tres kilómetros de la frontera con Corea del Norte.
"Las autoridades del norte temen la influencia cultural del sur sobre la población del norte, que no podrá celebrar las fiestas de Navidad por estar estrictamente prohibido en el norte", indica una fuente de Fides en Seúl, capital de Corea del Sur.
En la capital de Corea del Norte, Pyongyang, se ha difundido en un lugar visible una propaganda en que responsabiliza a Corea del Sur ante una posible disputa entre ambos estados a causa de las decoraciones navideñas..
Además de las decoraciones en Aegibong, los militares del sur tienen la intención de colocar decoraciones similares en otros dos lugares a lo largo de la frontera, fácilmente visibles desde el lado norte de la línea de demarcación militar que separa las dos Coreas.
Corea del Norte es un país comunista en el que no existe la libertad religiosa. Por esa razón los cristianos son perseguidos y cualquier manifestación de culto o religiosidad representa una violación de las normas locales.
La libertad religiosa es la que reconoce no sólo el derecho al culto de la propia religión, sino a no ser víctima de discriminación legal o persecución por razón de las propias creencias.
Los acuerdos internacionales la reconocen como un derecho humano fundamental que debe ser garantizado y promovido por el Estado.
El respeto a la libertad religiosa se hace más urgente en lugares como el Medio Oriente y en países comunistas como Corea del Norte, China y Vietnam, entre otros, donde las minorías como la cristiana sufren persecución a causa de la fe.
El Papa Benedicto XVI ha expresado en diversas ocasiones que el ejercicio de este derecho alienta el camino hacia la paz y el desarrollo humano integral.
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