jueves, 17 de marzo de 2011

El tsunami y los católicos.

Tsunami en Japón desafía a católicos a testimoniar amor.

ROMA, 14 Mar. 11 (ACI/EWTN Noticias).-El Obispo de Saitama (Japón), Mons. Marcellinus Daiji Tani, señaló que la reciente tragedia que azotó al país con el terremoto y el tsunami del 11 de marzo constituye un desafío para que los católicos testimonien "el mandamiento del amor y la caridad fraterna".

En declaraciones a la agencia vaticana Fides, el Obispo se refirió así a la tarea que le toca a la Iglesia en este país, que ha dejado cuantiosos daños materiales y según los últimos informes oficiales 1 647 muertos y casi 15 000 desaparecidos.

La agencia de noticias japonesa Jiji señala además que la policía aún no se ha podido contactar con unas 9 500 habitantes de la localidad de Minamisanriku, una de las más afectadas por la tragedia. En total vivían allí 17 000 personas.

Según señala Europa Press, el jefe de la policía en la prefectura de Miyagi, dijo ayer que "no cabe duda" de que hay más de 10 000 muertos.

Ante la catástrofe unos 47 países han ofrecido su ayuda y diversos equipos de rescate llegados de distintas partes del mundo están trabajando para seguir con las operaciones de rescate.

El Obispo de Saitama señaló a Fides que "la Iglesia en Japón responderá a la tragedia del terremoto y del tsunami que han azotado el norte de Japón, con la oración y la solidaridad".

"Los mayores daños se registran en Sendai, pero también mi diócesis de Saitama, un poco más al sur, se ha visto afectada, afortunadamente sin pérdidas humanas. Nos preocupa particularmente la situación de la planta de energía nuclear de Fukushima".

Sobre la situación actual de la planta, en donde hubo una pequeña explosión que no implicó radiación hace dos días que obligó a evacuar a unas 200 000 personas en un radio de 20 kilómetros cuadrados, la agencia de noticias Kiodo dio a conocer que se ha logrado elevar a dos metros el nivel del refrigerante de la piscina en donde está el combustible nuclear del reactor 2.

Con este proceso se busca evitar la fusión nuclear que podría llevar a una explosión y la consiguiente expulsión de una nube de partículas radiactivas.

Mons. Mons. Marcellinus Daiji Tani dijo también a Fides que ante la situación actual "hay que armarse de valor, con la ayuda del Espíritu Santo. Mañana (ayer), en las misas dominicales de todo el país, vamos a recordar a las víctimas, a los heridos y a los desplazados. Como comunidad cristiana, estamos listos para ofrecer nuestra oración y nuestra solidaridad".

El Obispo dijo finalmente que "este triste acontecimiento nos recuerda que la vida está en manos de Dios y que es un don de Dios. Además será un desafío para todos nosotros poner en práctica y dar testimonio del mandamiento del amor y de la caridad fraterna, en este tiempo de Cuaresma".

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