martes, 22 de marzo de 2011

El "matrimonio" homosexual en Estados Unidos.


Peter Smith
OAKLAND, California, 21 de marzo 2011 (Notifam) – La semana pasada, el líder del comité para la defensa del matrimonio, de la Conferencia Católica de Obispos de los Estados Unidos de América, dijo que las élites políticas en el país, están socavando la democracia y usando el asunto del ‘matrimonio’ entre personas del mismo sexo, para consolidar el poder en sus manos, dejando fuera al pueblo.
“Es una ironía curiosa que, en este momento de la historia, cuando las personas en un número de países en el Oriente Medio, está llevando a cabo manifestaciones de agitación para un cambio, de una dictadura a una democracia, aquí en nuestro propio país, la democracia más antigua, con una constitución escrita ante el mundo, existe un movimiento de la clase gobernante encaminada hacia el agarre de más y más poder en sus propias manos”, señaló el Obispo de la Diócesis de Oakland en el Estado de California, Salvatore Cordileone, presidente del comité especial para la defensa de la familia, en una columna publicada por el periódico diocesano católico La voz católica (The Catholic Voice).
Cordileone dijo que el punto detonante para esta toma de poder es el matrimonio, y de que las acciones de las élites políticas deben ser causa de alarma, tanto para los oponentes como los defensores del ’matrimonio’ entre personas del mismo sexo, por igual.
“El hecho es que, en cuanto a este asunto, en dondequiera que ‘el matrimonio homosexual’ se ha convertido en la ley del país, ha ocurrido de una forma en que se evita el proceso democrático, y en ocasiones se va en contra del mismo”, él dijo.
El obispo católico comentó que existen un número de factores de ironía relacionados con la conexión entre el ataque al matrimonio y la caída de la democracia en los Estados Unidos.
Primeramente, Cordileone dijo que el Ministro de Justicia Jerry Brown (ahora Gobernador), tenía un deber público de defender la enmienda constitucional de California (la proposición número 8), en que se define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Sin embargo, Brown se rehusó a hacerlo. ¿Su razón dada? El está personalmente opuesto a la misma.”
El obispo dijo que ello señala a otra ironía, dado que la renuencia de Brown de defender la ley basada en sus propias convicciones, en su efecto contradicen las excusas de tantos otros líderes políticos católicos, quienes dicen que ellos no pueden, en conciencia, imponer su moral personal a otros, por medio de legislación. Brown es un católico bautizado y un ex seminarista jesuita.
Cordileone añadió que el esfuerzo para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en la ciudad de Washington en el Distrito de Columbia, fue también alarmante, dado que, para lograr dicha meta, el Consejo del Distrito de Columbia, evitó con éxito que las personas (siendo la mayoría compuesta por afro-americanos), pudiesen votar sobre ello. Irónicamente, “un grupo pequeño de élites políticas (siendo la mayoría compuesta por blancos), con la alegación de que con ello se ampliaban los derechos, denegó uno de los derechos fundamentales de una constitución democrática – el derecho al voto – a las masas de ciudadanos negros”.
El obispo añadió que la decisión del Presidente Barack Obama de no defender la Ley Federal de la Defensa del Matrimonio (Defense of Marriage Act / DOMA) de 1996, en su efecto “se deroga la DOMA mediante una decisión de un juez de un tribunal federal” – a pesar de que Obama señaló que la DOMA debe ser derogada por el Congreso y no por los tribunales. Él añadió que la decisión de Obama también viola la separación constitucional de los poderes del gobierno, dado que él, efectivamente, había declarado la DOMA inconstitucional (una decisión que Cordileone dice que le corresponde a un tribunal), al negarse en implementarla y defenderla.
“Fuera de la posición que uno sostenga con respecto al asunto del matrimonio, son éstas y tantas otras acciones realizadas por nuestros servidores públicos las que deben ser causa de preocupación sobre el destino de la democracia en nuestro país”, dijo el obispo.
Él urgió a los individuos a que “se informen de los hechos, instruyan sus conciencias sobre la ley moral natural y la enseñanza de la Iglesia – para comprender que el matrimonio no es un acto de discriminación contra persona alguna, sino que es de beneficio a todos, y de que debemos tratar aquellos que no están de acuerdo con nosotros, en torno a este asunto, con respeto y compasión”.
“Muchas personas describen nuestro país como uno que, en estos momentos, se encuentra involucrado en una ‘guerra cultural’. Hace siglo y medio atrás, nos encontrábamos involucrados en una guerra civil. Ahora, como antes, el conflicto pone en juego las posibilidades futuras de nuestra democracia”, terminó diciendo Cordileone.

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