Japón sigue tratando de controlar la planta nuclear Fukushima.

Japón lucha por enfriar los reactores mientras el clima empeora

.- La situación en Japón sigue siendo sumamente preocupante mientras las autoridades intentan estabilizar los reactores de la planta nuclear Fukushima.

Según publicó el diario español el País, “aunque durante la mañana el reactor 3 ha sido el foco de mayor preocupación -se ha dicho que tenía la estructura de contención dañada y que el humo que emitía podía ser vapor causado por el líquido refrigerante que habría entrado al reactor- y TEPCO lo ha tomado como su máxima prioridad, a última hora, el gabinete de crisis del Gobierno ha dicho que los daños en su estructura de contención no parecen graves”.

Sin embargo el peligro es latente porque “el combustible de este reactor es plutonio, por lo que en caso de fuga sería mucho más peligroso para la salud”, agregó el periódico.

El reactor 2 emitió grandes cantidades de radiactividad a tal nivel que los 50 trabajadores que se encuentran en la planta, tratando de enfriar los reactores, tuvieron que ser evacuados. Sucede que este reactor también tiene su estructura de contención dañada.

Una vez que los índices de radiactividad descendieron, los trabajadores que volvieron a la planta fueron 180, para tratar por todos los medios de bajar la temperatura de los reactores.

“En Japón están exponiéndose en pocas horas a dosis bastante altas para los estándares actuales de seguridad laboral y es probable que eso al final genere clic problemas de salud”, advirtió David Richardson, profesor de epidemiología de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.).

“En mi opinión, después de ser expuestos a semejante nivel de radiación, no hay forma de proteger a alguien de los riesgos subsecuentes de desarrollar cáncer”, agregó Richardson.

Mientras tanto, el número de víctimas aumenta con el correr de las horas y el clima complica la actividad de los rescatistas ya que la nieve cae cuantiosamente en estos momentos. El temor también está latente en aquellas personas que no poseen calefacción ni energía eléctrica, pues pueden morir de hipotermia.